Josefina trabajaba en el área comercial de una corporación; recibía un sueldo base y comisiones por ventas; ganaba bien y le gustaba su trabajo. Cuando uno de los clientes que captó, le hizo una consulta, luego de dos meses de la venta, Josefina le dijo que ella no veía ese trámite y que llame a la oficina principal.
El cliente estuvo intentando resolver el problema, pero nadie le daba razón de cómo hacerlo. Conclusión: se fue a la competencia. Cuando las empresas se preocupan de captar clientes, pero los descuidan en su atención, terminan pagando una factura muy alta. Cuesta cinco veces más captar que mantener a un cliente.